colibri agua 1Cuenta una leyenda que hubo una vez un gran incendio en la selva, todos los animales corrieron asustados y temerosos de morir quemados; uno de ellos, un pequeño mono, subió a una palmera para ver desde lo alto como se quemaba la selva, en eso vio como un colibrí pequeñito, volaba con gran premura hasta el lago cercano, llenaba su piquito con agua, una o dos gotas solamente, regresando veloz a derramar el líquido sobre el gran fuego que amenazaba con destruirlo todo.

El monito veía con cuanto afán iba y venía el colibrí derramando gotitas de agua sobre el incendio voraz, de pronto le grito:

– Ehhh, colibrí, no seas tonto, ¿Tú crees que con tu trabajo vas a apagar el fuego?, ¡no podrás lograrlo nunca! Acaso no ves que él es más grande que tú?…..

Entonces el Colibrí lo miro fijamente a los ojos y le dijo:

– Mira monito, yo soy muy pequeño y tal vez no logre apagar este fuego, pero  te diré una cosa. Yo lo que puedo hacer lo estoy haciendo…pero sobre mi conciencia queda que no  me senté a ver como se quemaba la selva sin hacer nada. Me puedes decir, qué estás haciendo tu para ayudar?

Entonces el colibrí regreso a seguir con su tarea.

El monito se sintió incomodo por la lección que le dio, bajó de la palmera y fue corriendo al lago a llenar su boca y sus manos de agua, regresó a la selva y arrojó al fuego el preciado líquido…

Otros animales, al ver lo que hacían, se fueron sumando a la tarea y apagaron el fuego, salvando así su hogar.

Los pequeños detalles también cuentan, es importante no pasar por alto el poder de lo pequeño.  Lo pequeño suma y se hace grande con el tiempo, ya que al final se crean hábitos y se convierten en nuestro estilo de vida.

Muchas veces lo que más importa es el esfuerzo y nuestra actitud: la acción más pequeña vale más que la intención más grande.

el mundo cambia con tu ejemplo

Ceiba Terapias

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